Aachen es fantástica. La ciudad embruja con su historia, su belleza y el sorprendente día estival que nos ha ofrecido durante prácticamente toda la jornada. Las familias alemanas siguen mostrando una máxima preocupación por sus invitados de intercambio. Nos cuidan con esmero.

Hoy nos tocaba Düsseldorf. Hemos subido a la torre y hemos disfrutado de unas vistas y de una altura de vértigo. Hemos paseado por el señorial casco antiguo y por la ribera del Rin. Los alumnos han ido haciendo sus presentaciones que han servido para comprender un poquito mejor esta elegante ciudad. Finalmente la locura compulsiva de las compras ha encontrado su cauce en algunos de los alumnos que en los últimos minutos y de manera acelerada entraban y salían de las tiendas.

Mañana jueves, toca Colonia.

Abrazos.